Desde el año 2016 la compañía finlandesa HMD lanza todos los años una edición especial actualizada de un viejo móvil Nokia. No un smartphone, sino un teléfono móvil como los que se hacían antes: pequeños, sin apenas pantalla, sin apps y, lo más importante, con una batería que hoy avergonzaría hasta al smartphone de más alta gama. Días, cuando no semanas, sin tener que acercarse a un enchufe.
Da igual que te compres un móvil de 200 o de 1.000 euros, la batería seguirá siendo insuficiente. Y la razón es simple: la tecnología aún no ha evolucionado lo suficiente
No conocemos a nadie que quiera tener menos batería en su teléfono o que este dure menos con una carga, sí que sea lo más grande posible. Y que se cargue cuanto antes, si puede ser en menos de una hora. Pero, con las cargas tan rápidas que tenemos actualmente, termina acuciándose un conocido problema: la degradación de la batería. Por ello, lo mejor es minimizar en lo posible dicha degradación optimizando los procesos de recarga.