Durante los últimos meses la división Xbox de Microsoft no ha dado una sola puntada sin hilo. Aquella sección titubeante que tantas dudas y críticas suscitó en 2013, durante los primeros pasos de Xbox One, ha sido barrida sin contemplaciones para apostar por el despliegue de un ecosistema que pretende ponérnoslo más fácil a los jugadores, y no más difícil. Qué diferente es, afortunadamente, el equipo Xbox astutamente dirigido por Phil Spencer de aquel tan poco acertado gobernado por Don Mattrick.