En los últimos años, la industria móvil ha encontrado un nuevo campo de batalla: la delgadez extrema. Lo que comenzó como una búsqueda de ergonomía y elegancia se ha convertido en una competencia feroz, con marcas como Samsung, OPPO y Apple preparando modelos que desafían los límites físicos. Pero, ¿realmente necesitamos teléfonos más delgados? Y lo más importante: ¿a qué precio logran esta hazaña?