Los ordenadores portátiles han demostrado ser los mejores aliados de los estudiantes durante el confinamiento desplazando en España a las tabletas y smartphones como dispositivos de cabecera de los más pequeños. Los de gama baja han sufrido una rotura de stock tras otra desde que se decretó el cierre de las aulas y algunas compañías, como Samsung, ya ven una necesidad inminente de nuevos dispositivos.