Una de las estrategias más populares de los fabricantes de teléfonos inteligentes en España ha pasado por crear versiones algo recortadas de sus gamas más altas. Estos últimos dispositivos suelen tener precios altos que reflejan las prestaciones con las que cuentan a todos los niveles. Pero que con unos pequeños cambios en algunos apartados resulta un producto mucho más atractivo y, realmente, se pierden pocas especificaciones para el usuario no muy exigente.