Hay quien dice que un coche eléctrico es una batería con ruedas. Y parte de razón no le falta, ya que se trata de un componente determinante (tanto técnica como económicamente) en el global de un vehículo eléctrico y, hoy en día, la principal variable que hace que un coche eléctrico sea atractivo para el público. Si el coche equipa una batería con buenas prestaciones a un precio competitivo automáticamente consigue un buen posicionamiento en el mercado.