11 Jan

Cada día que pasa el mundo tecnológico presenta novedades, algo sin duda fantástico para los amantes de los avances en esta materia, pero para la mayoría de los usuarios, que son sólo consumidores de estos productos, presenta cada vez más problemas a la hora de decidirse a comprar un determinado dispositivo. Esto es debido fundamentalmente a que son muchas las siglas y definiciones que existen, que sólo consiguen que el usuario compre únicamente lo que parece más fácil de usar, que no siempre es lo mejor, lo más barato o lo que realmente estaba buscando.

Esto viene pasando desde hace décadas con dispositivos tales como el CD, el DVD o el Blu-Ray, la televisión de alta definición, los celulares inteligentes y muchos otros tipos de dispositivos, los cuales el usuario promedio nunca termina de entender. Esto es algo que también se debe aplicar al tema que trataremos hoy, los televisores, ya que en la actualidad, para el simple hecho de poder ver nuestro programa de noticias favorito o alguna película de Netflix en nuestro living, tenemos que tener conocimientos de ingeniería aeroespacial para poder ir a la tienda a comprar uno.

Lamentablemente la mayoría de los consumidores no tienen conocimientos tecnológicos para poder diferenciar un tipo de pantalla o tecnología, por lo tanto tienen que dejar que el vendedor les ofrezca cualquier cosa, hasta incluso dispositivos desfasados que quiere sacarse de encima. Para que esto no suceda, en este artículo encontrarás todo lo necesario para saber diferenciar los diferentes tipos de televisores de la actualidad, y además algunos consejos acerca de qué tener en cuenta a la hora de comprar una TV y cómo limpiar su pantalla.

Diferencias entre las pantallas LCD y LED
Antes de empezar, es necesario aclarar que en el mercado actual existen 2 tecnologías de pantalla: La tecnología de plasma, de la cual ya es prácticamente imposible encontrar dispositivos nuevos que contengan una pantalla de este tipo, y la tecnología LCD. Como habrán notado, no hemos mencionado a los televisores LED como una tercera tecnología.

Esto es debido a que básicamente una pantalla LED es una pantalla LCD con retroiluminación LED, y que han reemplazado casi por completo a la tecnología de LCD con retroiluminación CCFL, un estándar bastante común hasta hace pocos años. Entonces podríamos decir que la diferencia fundamental entre ambas tecnologías es el tipo de retroiluminación. Esto lo explicaremos con más detalle un poco más adelante en este mismo artículo.

Los televisores y monitores con pantallas LCD con retroiluminación LED son relativamente nuevos en el mercado, y todos los fabricantes que trabajan con esta tecnología dejan claro en sus publicidades que una pantalla LED es mejor que una pantalla LCD común, por otro lado no dejan claro cuáles son sus ventajas y, posiblemente, sus desventajas. Por eso, vamos a hablar un poco de estas dos tecnologías e intentar esclarecer algunas dudas sobre este asunto.

La primera pregunta que seguramente te has hecho es porqué las llamamos LED. El hecho de que los conozcamos como televisores LED es sólo debido a que la tecnología tiene un nombre largo: Televisores con pantalla de cristal líquido retroiluminado por LED, y por ello todos conocemos a estos dispositivos como “teles LED”.

La pantalla LCD
Como sabemos, un panel de cristal líquido LCD (Liquid Crystal Display) es el tipo de pantalla más utilizado en todo el mundo y en todo tipo de televisores y dispositivos para mostrar imágenes. Técnicamente, este tipo de pantallas se encuentran conformadas por 6 elementos:

1.Film de filtrado vertical que polariza la luz entrante.
2.Sustrato de vidrio con electrodos de Óxido de Indio. Las formas de estos electrodos determinarán las imágenes.
3.Cristal líquido.
4.Sustrato de vidrio con film electrodo común de canto horizontal, encargado de alinearse con el filtro horizontal.
5.Film de filtro horizontal que permite el bloqueo o la apertura de la luz.
6.Superficie reflectante, encargada de mostrar las imágenes al consumidor. Cabe destacar que en las pantallas retroiluminadas mediante LED esta capa se reemplaza por una fuente de luz.

Tipos de retroiluminación en pantallas LCD LED
Teniendo en cuenta que la principal diferencia entre las pantallas LCD y LED es el tipo de retroiluminación, entonces deberíamos conocer más acerca de este tema, con el propósito de entender bien en profundidad las ventajas y desventajas de cada caso.

En este sentido, una de las primeras cosas que tenemos que saber es que existen tres tipos básicos de retroiluminación LCD: CCFL, LED de matriz completa e iluminación de borde LED, las cuales detallaremos a continuación.

Las pantallas de los televisores LCD hasta hace unos pocos años utilizaban la primera de las tecnologías de retroiluminación mencionadas, llamada CCFL (Cold Cathode Fluorescent Lamp), la cual empleaba lámparas fluorescentes de cátodo frío con el objeto de retroiluminar una pantalla. En la actualidad la tecnología de retroiluminación CCFL casi no se usa, y ha sido reemplazada por retroiluminación LED.

Básicamente, la tecnología de retroiluminación CCFL consta de una serie de lámparas fluorescentes de cátodo frío ubicadas detrás del panel LCD del televisor. Estas lámparas son capaces de iluminar los cristales del panel de manera uniforme, ofreciendo una iluminación y nivel de brillo uniforme en todas las regiones de la pantalla que beneficia a la visualización del color, lo que sin embargo afecta a otros aspectos de la visualización, como por ejemplo el nivel de negro.

Otra desventaja que suele nombrarse de la tecnología de retroiluminación CCFL es que las lámparas utilizadas son mucho más grandes que los LED, lo que se traduce en un televisor mucho más grueso. Como ventaja también podemos citar que los televisores LCD con retroiluminación CCFL son más baratos que uno LED.

A partir de nuevas investigaciones se desarrolló un tipo de retroiluminación mediante diodos emisores de luz, los famosos LED, mucho más eficiente en términos energéticos y de performance. Dentro de esta última tecnología encontramos dos variantes: Iluminación de borde LED y LED de matriz completa.

Básicamente, la iluminación de borde LED en una pantalla LCD consta de una serie de LED ubicados en los bordes de la misma. En este punto cada fabricante tiene su propia forma de ubicar estos LED, que suelen ser indistintamente en el lado superior e inferior, a la izquierda y derecha, o directamente en los cuatro bordes.

Si bien este tipo de montajes dan como resultado diferencias en la calidad de visualización del panel, lo cierto es que aún sigue siendo una verdadera mejora con respecto a la tecnología de retroiluminación CCFL. Algunas de las ventajas que ofrece la tecnología de LED de bordes son su menor precio, además de que permite fabricar dispositivos mucho más delgados.

La Retroiluminación de matriz completa consta básicamente de tiras de diodos LED ubicados detrás del panel LCD, cubriendo su totalidad, encendiéndose o atenuándose de acuerdo a una técnica electrónica llamada “atenuación local”.

Este tipo de tecnología de retroiluminación LED de matriz completa se utiliza mucho en televisores de alta gama y Smart TV, ya que pueden ofrecer una iluminación uniforme forman parte del mercado de televisores de gama alta, y por una buena razón: con una iluminación más detallada y uniforme, lo que le ofrece a este tipo de dispositivos una calidad de imagen mucho más alta que las tecnologías antes mencionadas.

La tecnología de retroiluminación LED en pantallas LCD se ha establecido como una de las formas más prácticas de proporcionar altos contrastes de colores y brillo a precios económicos.

Otra ventaja de los televisores LED es que son capaces de ofrecer un alto grado de economía eléctrica, que puede incluso hasta alcanzar 40% de ahorro en el consumo de energía eléctrica que otros tipos de pantalla como por ejemplo las de plasma, y además son fabricados con materiales y componentes amigables con el medio ambiente, y no contienen sustancias peligrosas para nosotros ni para lo que nos rodea como COV (compuestos orgánicos volátiles), mercurio o plomo.

Cuánto dura un televisor LCD LED moderno?
Según los datos aportados por diversos fabricantes, un televisor moderno tiene una vida útil de aproximadamente 60.000 horas, que en algunos modelos puede llegar incluso hasta las 100.000 horas, encendidos y funcionando de manera continua. Es decir que si mantenemos encendido un televisor todos los días durante 6 horas, la pantalla de una TV debe funcionar sin problemas aproximadamente unos 45 años. Sin duda un número lo suficientemente grande como para no preocuparnos por la pérdida de visión de la pantalla.

Por supuesto que esta cifra se encuentra acotada a ciertos condicionamientos, como por ejemplo la calidad de construcción de la misma, el fabricante, el tipo y el ambiente en donde se encuentre ubicada, pero más aún importante son las condiciones de funcionamiento del mismo, es decir como tratamos el mismo, ya que si bien la pantalla puede funcionar sin problemas el tiempo estipulado por el fabricante, e incluso más aun, existen otros componentes que pueden fallar, como por ejemplo la fuente de alimentación, el sistema de retroiluminación y pixeles que se pierden por diversos motivos, entre otras, todo lo cual conspira para que la vida útil de un televisor sea mucho menor que estos 45 años mencionados.

Sin embargo, el verdadero problema se encuentra cuando la pantalla comienza a perder luminosidad. Si bien mencionamos que los televisores bien tratados pueden tener una vida útil de verdaderamente muchos años, lo cierto es que mucho antes de eso vamos a empezar a experimentar ciertos problemas. Si quieres saber el porqué, la respuesta se encuentra un poco más abajo.

Los LCD pierden luminosidad
Si bien este problema de pérdida de luminosidad en la pantalla de un televisor se puede rastrear hasta los principios de esta tecnología, lo cierto es que para el usuario común no se hizo notorio hasta los primeros TV de plasma, donde este problema era verdaderamente importante.

Un propietario de un televisor de plasma al cabo de pocos años de utilización ya comenzaba a experimentar problemas con la imagen, colores que tendían al amarillo o anaranjado, la gama de los azules perdía matices, y los efectos de marcaje o marcado se hacen más evidentes.

Si bien en las últimas generaciones de televisores de plasma se hicieron enormes progresos en lo concerniente a esta última cuestión, mediante técnicas que conseguían hacer desaparecer estas imágenes residuales, lo cierto es que el problema de la desviación de temperatura de los colores permaneció sin solución

Incluso modificando los parámetros de configuración era imposible alcanzar la imagen y el brillo originales, por lo cual, por este y otros problemas, tras algún tiempo en el mercado los televisores de plasma terminaron desapareciendo.

Lamentablemente, en la actualidad es un hecho comprobado que los televisores LCD, pierden luminosidad. Si bien este problema puede ser observado fácilmente por cualquier usuario, lo cierto es que toma relevancia cuando existen estudios que avalan las sospechas de los usuarios.

En este sentido, un estudio llevado a cabo por la organización “60 millones de consumidores” y el Laboratorio Nacional de Metrología y pruebas de ensayo de Francia revelaron que realizaron exhaustivas pruebas a diversos tipos de televisores, de marcas y modelos distintos, test que simulaban el funcionamiento intenso de estos dispositivos por períodos de 5 ó 6 años, y que dieron como resultado el conocimiento de que las pantallas sometidas a pruebas perdían entre el 20 y 40 % de su luminosidad.

Asimismo, su tiempo de respuesta se degrada, lo que acarrea efectos de desgaste, como manchas que se forman en ciertos lugares de la pantalla como colores sobre los bordes de las figuras que aparecen y presencia de una línea horizontal persistente, además de otros problemas de visualización.

Esto último represente el problema mayor, ya que no es posible corregir este tipo de problemas sin cambiar el panel LCD. Lo que sí es posible, y es una buena alternativa para un televisor gastado, es cambiar el nivel de luminosidad del mismo modificando sus parámetros, los que podemos aprovechar debido a que a veces los televisores LCD en el mercado son excesivamente luminosos de fábrica.

En este sentido, para poder devolverle al televisor parte de la luminosidad perdida, basta con modificar los parámetros del dispositivo para asegurarse una restitución correcta de los valores correspondientes, es decir la luminosidad que queremos percibir.

Consejos para comprar un televisor LCD LED
Sin duda alguna, una de los interrogantes que tiene el consumidor promedio cuando acude a la tienda a comprar su nuevo televisor es ¿Cómo hago para elegir entre tantos modelos y precios? Una pregunta que muchas de las veces sólo podrá responder el vendedor, que como sabemos, lo más probable es que no tenga ni idea de qué está hablando.

Es que existen tantos modelos y marcas de televisores como necesidades, lo que nos dificulta en mucho la tarea de poder hacer una buena elección, es decir que si no tenemos una idea, aunque sea básica, de las diferentes tecnologías y propuestas, no podremos filtrar como corresponde la gran oferta de dispositivos que existen en cualquier casa de electrodomésticos o grandes tiendas.

La elección de las características de un televisor LCD LED es una decisión que debe ser tomada con seriedad, ya que de ella depende si disfrutaremos de la compra de la manera en que nos imaginamos. Es decir que si no somos capaces de darnos cuenta si posee las opciones correctas para permitirnos ver nuestros contenidos favoritos en todos los soportes con facilidad y comodidad, o incluso otras cuestiones más personales como si nos gusta el color o el brillo de la pantalla, podemos terminar con un dispositivo que no nos satisfaga en lo más mínimo.

Por este motivo, a partir de este punto, conoceremos los mejores consejos para comprar un televisor LCD LED, yendo directamente a lo que verdaderamente tenemos que prestarle atención y centrarnos en lo importante para no equivocarnos al comprar nuestra nueva TV.

Sea un Smart TV o no, la elección del televisor LCD LED correcto para nuestras necesidades requiere de algunas consideraciones. La primera de ellas es por supuesto el presupuesto disponible. Si nuestro estado económico no nos permite acceder a las últimas tecnologías, como por ejemplo la QLED, no debemos perder tiempo en intentar llegar a ellas, ya que también podemos estar comprando un dispositivo con este tipo de pantalla, de gran definición, pero con lo mínimo e indispensable.

Por ello, lo primero es definir el presupuesto con el que contamos y elegir un dispositivo que nos ofrezca más variedad de opciones, aunque sea de una tecnología de visualización anterior, lo que no significa que sea antigua o que no nos permita ver nuestros contenidos favoritos al máximo de la resolución que ofrezcan.

Sin embargo, esto no significa que si queremos gastar más de lo presupuestado no lo podamos hacer, al contrario, cada billete de más que podamos aportar siempre se traducirá en mejores prestaciones. También podemos aprovechar cualquier tipo de financiación que nos ofrezcan. Tengamos en cuenta que un televisor dura muchos años, y es una inversión que no hacemos todos los días.

La pantalla del televisor: Resolución y tamaño
Otro de los puntos que debemos tomar en consideración a la hora de comprar un televisor LCD LED es el tamaño de la pantalla. Las dimensiones de las pantallas no paran de crecer, aunque la lógica indique que en un punto esta tendencia termine en un tamaño adecuado para poder usarlo en las dimensiones de cualquier living.

En la actualidad, los tamaños más vendidos de pantalla son 32, 42, 55 y 65 pulgadas en resolución HD y 4k. En este sentido, la resolución que está recién convirtiéndose en estándar es la 4K, y si bien ya existe contenido para la tecnología que la reemplazará, la 8K, lo cierto es que es por el momento, transmitir o grabar video en 8k es demasiado complejo, por lo cual escasea material de este tipo, por lo que desaconseja el gasto de dinero extra que conlleva contar con una pantalla de esta resolución. De cualquier manera, una pantalla grande con una resolución 4K es más suficiente para disfrutar de todo lo que nos gusta.

En el caso de optar por una televisión con resolución 4k, también podemos verificar que la misma cuenta con soporte para visualización de contenido HDR, es decir contenidos con imágenes de alto rango dinámico.

Con respecto al tamaño de las pantallas, las primeras dos medidas, 32 y 42 son elegidas por muchos usuarios para ser instaladas en ambientes en donde su visualización será ocasional, como por ejemplo un dormitorio, mientras que las otras dos medidas, 55 y 65 pulgadas, son usadas en ambientes más preparados para disfrutar de contenidos como por ejemplo Netflix, YouTube y servicios similares.

Sin embargo, la demanda de estos televisores de gran pantalla sigue creciendo, por lo cual su precio es cada vez más económico, lo que nos permite estirarnos y poder disfrutar de sus comodidades no solo en el living.

Pantallas OLED vs LED
Una vez que tenemos claro el tamaño de pantalla que queremos para nuestro nuevo televisor, falta estipular el tipo de tecnología que deseamos para esa pantalla. En este punto existen dos tecnologías principales: La OLED y la LED. En este sentido lo más probable es que el vendedor nos quiera guiar hacia la compra de una pantalla del tipo OLED, mucho más caras que una LED. Si bien es cierto que el primer tipo de pantalla suele tener algunas mejoras técnicas con respecto al LED, lo cierto es que tampoco se notará un diferencia que nos haga definirnos de menara inmediata por la de mayor valor.

Sabemos que al tener un presupuesto ya definido, la elección de un tipo de tecnología de pantalla más cara puede repercutir en obtener menos prestaciones de las que obtendríamos con una pantalla LED. Como siempre, si tenemos el resto como para poder también ir por una pantalla OLED, es mejor opción.

Las pantallas OLED ofrecen una mejor visualización en términos de contraste y profundidad de negros, sin embargo la tecnología LED ha mejorado en mucho, por lo cual podremos obtener televisores LED que ofrezcan una calidad de imagen similar a una OLED pero a mucho menor precio. No nos olvidemos que parte del valor de una pantalla OLED es su novedad.

Además la mayoría de los expertos coinciden en observar que en ambientes con mucha luz el brillo de un panel LED puede llegar a superar al de una pantalla OLED. Entonces, la elección del tipo de tecnología de la pantalla de nuestro nuevo televisor dependerá también del lugar en donde la ubicaremos.

Sin embargo, lo mejor que podemos hacer es ir a la tienda y ver en acción ambos tipos de TV, si es posible es variadas circunstancias, y tratar de evitar los lugares preparados para la exhibición de televisores, ya que se encuentran pensados para hacer que todo parezca más maravilloso de lo que realmente es.

Zanjado el tema del tipo de pantalla y su tecnología, otro de los puntos más importantes que tenemos que ver para comprar un televisor que verdaderamente nos satisfaga son las opciones o características que nos ofrece.

Conexiones HDMI y USB
Como sabemos, una de las características más importantes de la tecnología actual es la posibilidad de interconectarse, un aspecto que casi nunca es tenido en cuenta, menos aún en un televisor. Muchos usuarios no tienen en cuenta este punto, ya que piensan que usarán la televisión sólo para ver Netflix, YouTube u ocasionalmente conectarle un pendrive para ver unas fotos.

Sin embargo, un televisor puede ser un centro de diversión mucho más completo que esto. Como sabemos las TV modernas incluyen entre sus características puertos USB y HDMI. Pero lamentablemente esto no nos asegura de estar siempre cubiertos en caso de querer conectarle a la TV otros dispositivos como consolas, discos u otros.

En este sentido, las conexiones que ofrece una televisión deben ser compatibles con los nuevos estándares, ya que esto nos asegurará que podremos conectarle dispositivos que hayan salido al mercado en la misma época que el televisor, así como también aparatos más antiguos.

En la actualidad, los estándares más modernos son para el USB, 3.0, mientras que para HDMI, 2.1, y si es posible, con soporte ARC, un sistema que además permite el control remoto de múltiples dispositivos desde un único control remoto.

Si un televisor cumple con estas opciones, nos aseguraremos que podremos disfrutar al máximo de todo lo que le conectemos, ya que podrá enviar y recibir datos con la mayor velocidad posible, lo que se traduce en una mejor experiencia de uso.

Si nuestra velocidad de envío y recepción de datos, tanto de HDMI como de USB, es elevada, podremos jugar nuestros juegos favoritos o ver películas desde discos de almacenamiento externo al máximo de resolución sin ningún tipo de corte o retraso.

Del mismo modo en que el nuevo televisor debe tener estándares de conexión modernos, también debe contar con una generosa cantidad de puertos, lo que nos asegurará poder conectar multitud de dispositivos al mismo tiempo y no tener que desconectar uno para conectar otro, una práctica incomoda y que puede llevar a la rotura de los puertos.

Si se trata de un Smart TV, este debe contar con conexión Ethernet y WiFi, por supuesto, sin embargo, contemplar la posibilidad de que también incluya Bluetooth entre sus características es una buena idea, ya que esta inclusión nos permitirá conectar auriculares inalámbricos o teclados de manera sencilla y rápida.

El sonido
Si bien el sonido que puede aportar un televisor la mayoría de las veces no es tenido en cuenta, lo cierto es que debería ser uno de los puntos a los que deberíamos prestar una mayor atención, debido fundamentalmente a que el audio de un televisor debería acompañar a las prestaciones del mismo, y por supuesto a su precio.

Sin embargo, la mayoría de las veces esto no se cumple, ya que los televisores suelen tener un audio horrible, que no nos permite disfrutar de nuestro contenido favorito si no lo hacemos a través de dispositivos externos como barras de sonido y demás.

Lamentablemente, son pocos los televisores en el mercado que ofrecen un audio satisfactorio mediante sus propios altavoces integrados, y siempre se corresponde con las gamas más altas de estos productos. En este sentido, si el sonido del televisor no nos gusta por algún motivo, pero el resto de las prestaciones y su precio sí nos convence, no debemos pensar mucho, ya que el audio siempre puede ser mejorado mediante la adquisición de sistemas de sonido externos estéreo o multicanal, que por lo general son económicos y pueden lograr un sonido brutalmente superior a muchos televisores.

Televisores con sistema operativo
Por último, si estamos convencidos que nuestro televisor debe ser un Smart TV, el sistema operativo que traiga instalado de fábrica es fundamental para inclinar la balanza. Si bien prácticamente cada marca tiene su propio sistema operativo, como por ejemplo Samsung con Tizen, lo cierto es que Android TV es una alternativa que no se debe dejar de lado, es más debería ser tomada como la más inteligente, ya que ofrece multitud de opciones, como por ejemplo sus apps, que se actualizan constantemente para brindarnos cada vez más opciones y mejoras.

Sin embargo, si el televisor que queremos comprar no cuenta con Android TV como su sistema operativo, siempre podremos adquirirlo y utilizar un TV Box con Android para tener una especie de mezcla entre el sistema operativo original del televisor y algo más específico y con mejores posibilidades como Android.

Cuidados de un televisor LCD LED
Como sabemos, los aparatos electrónicos suelen fallar, aun los más nuevos. Si el daño se produce por una falla del aparato, lo cierto es que la reparación de estas fallas de origen la mayoría de las veces están cubiertas por la garantía, la cual suele tener una duración de 2 años, y aunque a veces podamos extender este plazo de garantía por un poco más de dinero, no lo hacemos, de lo cual, en ciertas circunstancias, podemos arrepentirnos más tarde.

La verdad es que no siempre todos los fallos se encuentran cubiertos por garantía ni por su extensión. Es por ello que es realmente importante conocer a fondo las condiciones en la que se tomará la garantía, y prestar atención a los términos y condiciones de la misma, o de sus diferentes contratos de extensión, para comprobar en qué casos la garantía nos cubrirá un problema y en qué casos no.

El problema es básicamente el desacuerdo entre la terminología usada. Cuando le planteamos la cuestión a un especialista, nos respondió que muchos defectos que presentan los televisores con un tiempo de uso, no son considerados como «fallos», sino que dependen directamente del «desgaste» del equipo. Y quien dice ausencia de fallos dice ausencia de reparación.

Generalmente estos fallos se presentan pasado poco tiempo después de que la garantía haya caducado, cuando todavía el televisor tiene vida útil de sobra, pero no garantía.

Ahora, si somos nosotros los responsables del daño de forma directa, por descuido u otras causas, el costo de la reparación duele mucho más. Es por ello que es importante saber valorar nuestra compra y cuidarla como corresponde. Todos aquellos usuarios que hayamos tenido que pagarle a un técnico electrónico para solucionar un problema con nuestro televisor LCD sabemos que generalmente no es algo barato, y que muchas veces el precio del arreglo se encuentra cerca del valor de un televisor nuevo.

Si no queremos que esto nos pase, lo mejor que podemos hacer es cuidar nuestro televisor, es por ello que a partir de este punto encontraremos los mejores consejos para cuidar un televisor LCD o LED.

Lo primero que tenemos que saber es que un televisor LED o LCD, cuando concluye el ciclo de vida determinado por el fabricante, no se apagará para siempre, o que inmediatamente comience a funcionar mal, bien sabemos en las economías emergentes que esto no es de ningún modo de esta manera. Cuando se compra algo, esta debe durar mucho tiempo, de lo contrario se elige el dispositivo que sí está en condiciones de cumplir la premisa de durar mucho tiempo.

En este sentido, la mayoría de los televisores, por lo menos los de marcas reconocidas como Sony, Noblex, Samsung, LG, Philips, BGH y demás, suelen funcionar muchos años luego de su fallecimiento anunciado.

También debemos pensar que si bien el fabricante del televisor, como mencionamos, juega un papel bastante importante en la vida útil de un televisor debido a la calidad de los componen entes con los que construye los dispositivos, lo cierto es también nos encontramos que no siempre es el fabricante que pone la marca el que los construye.

Esto significa que la duración de un televisor no se encuentra relacionada con la vida útil reseñada en el manual de usuario. Dependerá únicamente de la calidad de los componentes empleados y la destreza en su construcción. Es por ello que si estamos planeando comprar un nuevo televisor, y nos llaman la atención las ofertas irresistibles en suele haber en grandes tiendas y supermercados de TV nuevas, debemos saber que muchas veces estos televisores no han sido construidos con una calidad impecable, por cual no tardarán mucho en descomponerse. Sin embargo, quizás tengamos suerte y el dispositivo fue fabricado con un buen nivel de calidad por una fabricante reconocido pero con otra marca.

En el caso que deseemos ubicar este televisor en un lugar en donde no tendrá mucho uso, puede ser que llegue a durar un buen tiempo, pero como televisor principal no es una buena idea, salvo que tengamos el presupuesto muy acotado.

Hecha esta muy importante aclaración, desde aquí podemos comenzar a minimizar el riesgo de fallas en nuestro televisor y ampliar su vida útil siguiendo estos prácticos consejos, los que de ponemos en práctica nos aseguran una buena probabilidad de que nuestro televisor funcione sin problemas por unos cuantos años.

Una de las primeras cosas que tenemos que hacer es reducir los ajustes de contraste y brillo, ya que estos son responsables directos del desgaste del sistema de retroiluminación del televisor. Además nuestro ojos lo agradecerán.

Otro consejo bastante útil, y que muchas veces es pasado por alto es la posibilidad de conectar el televisor a un estabilizador de tensión, el cual además de proveer de buena energía, también protegerá al TV de sobretensiones y baja tensión. En este sentido, también podemos comprar un estabilizar que sea capaz de cortar la corriente cuando esta sobrepase un límite. Si no estamos seguros de hacer esto con seguridad, lo mejor que podemos hacer es preguntar a un técnico electricista, el cual nos sabrá aconsejar de manera correcta.

Algo que muchos usuarios también olvidan es apagar el televisor cuando no se está usando. Muchos de nosotros usamos la TV para acompañarnos en diferentes actividades, pero sin prestarle atención. En este punto, lo cierto es que el televisor cuando nadie lo mira también se desgasta, y además engrosa la factura de nuestro proveedor de electricidad. Si queremos compañía siempre podemos optar por la radio o hasta incluso por un podcast por Internet.

La ubicación en donde colocamos nuestra televisión es sin dudas un tema más que importante, ya que ésta puede determinar el tiempo que el dispositivo dure con nosotros. En este sentido, la mejor idea que podemos tener es colocar a nuestra TV lejos de lugares en donde pueda recibir rayos solares directos, o mucho calor, como el proveniente de estufas. También la humedad es un factor muy negativo para los circuitos de una televisión.

Asimismo, cuando montemos la televisión en su lugar asignado debemos hacerlo con un soporte de calidad, y que además sepamos fehacientemente que es capaz de soportar los kilos que puede llegar a pesar el dispositivo.

En el caso de ubicar la TV en una mesa u otro mueble, debemos asegurarnos que el mismo no se encuentre al paso, o que exista peligro alguno de tropezar con sus cables y voltear la televisión al piso.

Para finalizar, si el televisor posee una función de economización de energía, debemos habilitarla, ya que esta está preparada para minimizar el desgaste del aparato.

Como conclusión podemos decir que la vida útil de un televisor LCD LED depende mucho más de nosotros que de las condiciones de fabricación. Esto es así para cualquier rango de valor. Si bien como mencionamos una televisión demasiado barata puede ser una televisión que dure poco, puede durar al menos el tiempo estipulado por el fabricante si mantenemos unas condiciones de seguridad óptimas.

SI la televisión es cara, pero la maltratamos, durará mucho menos tiempo que una televisión económica pero bien cuidada.

Cómo limpiar una pantalla LCD LED?
No importa donde una pantalla LCD o LED se encuentre ubicada, si sobre un mueble o colgada en la pared mediante un soporte, siempre va a necesitar una limpieza de vez en cuando. La limpieza de una pantalla LCD LED puede parecer una tarea difícil, pero hay algunas maneras simples para limpiarlas sin dañar o marcar la superficie del panel, un repuesto costoso y que suele representar el mayor porcentaje de roturas en este tipo de dispositivos.

Si bien existen muchas soluciones preparadas de limpieza para pantallas LCD o LED en los comercios listas para usar sin ningún esfuerzo, lo cierto es que la mayoría de las veces estas pueden ser un poco costosas y además, en una alarmante cantidad de casos, inútiles.

Si quieres conocer cómo preparar tu propia solución limpiadora de pantallas LCD, a partir de este punto te enseñaremos como hacerlo, con materiales que podemos conseguir en cualquier farmacia del vecindario, tales como alcohol isopropílico y agua destilada. También necesitaremos de otras cosas como paños y papel.

Lo primero que vamos a necesitar para preparar nuestra solución limpiadora de LCD es el fluido. Para poder limpiar correctamente una pantalla LCD o LED se recomienda el uso de una solución simple de alcohol, realmente muy efectiva.

Esta solución está compuesta de 1 parte de agua destilada y 1 parte alcohol isopropílico al 50%. En este punto debemos tener mucho cuidado, ya que el alcohol isopropílico es realmente muy inflamable.

El alcohol isopropílico al 50% es muy común. Pero en el caso que no podamos encontrar la solución de 50%, podemos usar soluciones de 70%, 91%, o 99% de alcohol isopropílico, siempre y cuando ajustemos la fórmula para utilizar menos alcohol y más agua destilada.

Estos dos líquidos, una vez mezclados correctamente y en la proporción adecuada en un frasco, producirá una auténtica solución de limpieza que nos permitirán limpiar cualquier pantalla LCD hasta dejarla prácticamente como nueva. En este punto no debemos olvidar usar sólo agua destilada, ya que el agua de la canilla posee muchos elementos en suspensión que podrían dañar la pantalla.

Una vez preparada la mezcla líquida, ya estaremos listos para pasar a la etapa de la limpieza. En este punto, se debe rechazar la utilización para limpiar la pantalla de pañuelos desechables de los del tipo Kleenex o similares. Esto, además de ineficiente en términos monetarios, no es la mejor forma, ya que en lugar de terminar con una pantalla limpia, culminaremos nuestro trabajo con un panel completamente manchado, ya que este tipo de papel no es capaz de limpiar correctamente debido a su composición.

En su lugar, lo mejor que podemos hacer para limpiar una pantalla LCD o LED es utilizar paños de microfibras, que además de ser baratos, cumplen la tarea a la perfección, sin dejar ningún tipo de marca sobre la pantalla. Un ejemplo de paño de microfibra es aquel que se utiliza en la limpieza de anteojos, y que regularmente acompaña a los estuches.

Para una correcta limpieza de la pantalla, nunca debemos rociar ningún tipo de líquido directamente sobre el panel, ni siquiera la solución que acabamos de preparar. Para ello esparcimos el líquido sobre el palo de microfibra y luego lo pasamos suavemente sobre la pantalla del televisor de arriba hacia abajo, y espere a que seque.

Cuando la solución haya secado es conveniente repasar con un paño de microfibra, pero esta vez seco, con el objetivo de poder retirar cualquier marca que pueda haber quedado.

Para que la limpieza sea correcta, y no poner en peligro de modo alguno el televisor, nunca debemos presionar fuerte el panel del televisor LCD o LED. Si presionamos demasiado fuerte sobre la pantalla, podemos producir daños irreparables en la misma, que luego no se quitarán con nada.

Otra precaución que debemos tomar es no dejar que ningún líquido pueda penetrar dentro del televisor por los costados del marco, ya que puede dañar el televisor debido a un cortocircuito.

En el caso de que nuestro televisor sólo se encuentre sucio debido al polvo acumulado sobre el mismo, no es necesario que tengamos que limpiarlo completamente con la solución de alcohol que preparamos. El gabinete lo podemos limpiar con cualquier paño.

En el caso de que también la pantalla haya acumulado polvo, lo único que tenemos que hacer para limpiarla es repasar suavemente la misma de forma gentil con un paño de microfibras, de punta la punta de la misma, hasta remover por completo todo resto de polvo, pero siempre cuidándonos de no presionar demasiado el panel.

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