Razer por fin a lanzado con teclado en español sus ordenadores, que son tan potentes, bonitos y tienen pantallas tan buenas que es imposible no adorarlos
Llevo unos cuantos años esperando que Razer lance sus portátiles en España con teclado en español y por fin ha llegado ese día: la nueva gama de Razer Blade 15 ya está disponible así y con varias opciones de potencia y pantallas disponibles.
He podido probar durante dos semanas un Razer Blade 15 con pantalla IPS de 360hz, procesador Intel i7-10875H, 16GB de RAM, 1TB de SSD y una tarjeta gráfica Nvidia RTX 3070 y puedo decir tranquilamente que es el mejor portátil que he probado en muchos años tanto en potencia como en diseño.
Por fuera, bien podría tratarse de un MacBook Pro negro con una serpiente por logo en lugar de una manzana. Y por dentro, tiene componentes como para jugar tranquilamente a juegos muy exigentes a 144hz sin problema y en gráficos en alta calidad.
Para poder aprovechar esa pantalla de 360hz, vas a necesitar bajar un poco los gráficos de juegos muy bien optimizados, como Counter Strike u Overwatch o Valorant, pues no todos los juegos del mercado están pensados para pantallas de tales frecuencias. El ordenador va a forzar su sistema de refrigerado, en cualquier caso, y va a sonar como una turbina si lo llevas hasta estos límites. A título personal, con jugar a 144hz me ha bastado casi siempre.
En mis pruebas de rendimiento, he podido jugar a Counter Strike con una media de frames por segundo superior a 300 en calidad alta de gráficos. En Call of Duty Modern Warfare, sin embargo, la media estaba en 120fps cuando jugaba en alto y con algunos detalles en Ultra. Jedi: Fallen Order, que no está tan bien optimizado y no es un juego de disparos, tenía un rendimiento en 'épico' por encima de los 80fps. Y el exigente Red Dead Redemption 2 se mantenía por encima de 60fps en todo momento en calidad Ultra.
Creo que son unos resultados sobresalientes para un ordenador portátil, pero debéis tener en cuenta que son pruebas a 1080p. Es una resolución muy común a día de hoy, pero que empieza a estar en desuso en los equipos de gaming de gama alta, que optan por los 1440p como poco. Dado que la pantalla del Razer Blade 15 es de 15 pulgadas, esta resolución no afecta negativamente a la calidad de imagen, pero haceros a la idea de que si queréis usar esa resolución, el rendimiento medio del equipo bajo en torno al 15% o el 20%, según el juego. Por que os hagáis a la idea, el juego que peor rindió de todos los que he mencionado encima, Jedi: Fallen Order, conseguía mantener una media de 60fps sin problema.
Esperaba que el ordenador rinda casi como un sobremesa con estas especificaciones y así es. Otra cosa es que pagues un precio bastante elevado por todo ello. En el caso de este modelo con esta características, la suma llega hasta los 2.599 euros. No es un portátil para cualquiera, desde luego.
Pero a cambio de eso, llevas encima una estación de trabajo y de juego tremendamente avanzada. Lo de trabajo no lo digo por escribir en Word y hacer algunos Excel, sino para personas que producen vídeo y música, para quienes es difícil encontrar un producto Windows similar a lo que ofrece un MacBook Pro. Esta es otra buena cosa que puedo decir del Razer Blade 15: si necesitas editar vídeo y no quieres un Mac, este es una alternativa increíble.
Sufre de algunos problemas de rendimiento por su diseño, eso sí. Los ordenadores de gaming gigantescos y más ruidosos y con ventiladores más grandes refrigeran mejor y mantienen durante más tiempo el rendimiento pico, por lo que pueden acabar tareas de procesado de vídeo antes; pero aquí ya entra la necesidad de cada uno. Con un peso de 2 kilos y un diseño muy discreto (al margen del logo), este equipo encaja más en un estudio de producción audiovisual que productos de gaming de Asus o MSI.
Si tienes que conectar un monitor, leer una tarjeta SD o copiar desde un disco duro de alta velocidad, de manera ya casi contracorriente, este portátil tiene toda clase de puertos en su chasis, incluido un puerto Ethernet para conectarlo a Internet por cable. En un momento en el que parece que todas las compañías están eliminando puertos en favor de venderte adaptadores, este ordenador lo suple todo: desde puertos USB completos a USB-C. Lástima que haya que usar un cargador propietario de la compañía, pero esto es normal cuando es un equipo tan potente.
Espero que no os moleste la constante comparación con los MacBook Pro, pero es el ordenador que más me recuerda al Razer Blade 15. En algunos puntos negativos, también, como el teclado. Por alguna razón, no tiene el tamaño estándar que se maneja en la mayoría de teclados y requiere un tiempo de aprendizaje para no pulsar la tecla que no debes. Esto lo componen con un trackpad inmenso y preciso.
Por si no había quedado claro que este equipo es increíble, dejadme cerrar diciendo que mi única duda con respecto al Razer Blade 15 es durabilidad a largo plazo si te dedicas a jugar con él a su máximo rendimiento. Como con todos los portátiles, el calor generado en su interior es elevado y puede afectar a los componentes pasado un par de años. Y honestamente, si me dejo 2.500 euros en un portátil espero que me dure al menos 6 o 7 años.
Razer lleva años mejorando el diseño y las capacidades de sus equipos, aliviando los posibles miedos que como consumidor tengo con un producto tan delgado y bien rematado pero al que se lleva a puntos extremos de rendimiento. En mis dos semanas con él, he quedado encantado y no puedo sino aplaudir que por fin la marca haya lanzado estos ordenadores adaptados a nuestro mercado.
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